La travesía de la pasión, o de qué va nuestro Festival Gastronómico

Todo comienza con una idea y la férrea voluntad de hacerla realidad. El Festival Gastronómico Pasión Gourmet de nuestro Restaurante Juana La Loca nació de la intención de traer a la Isla los genios creativos de los mejores chef nacionales e internacionales para verlos interactuar con los ingredientes autóctonos de la despensa de Margarita. Ésta es su historia:
Los sabores que guarda una tierra son parte de su patrimonio intangible, sabiduría que duerme en las manos de nuestros antepasados y que los chef saben despertar poniendo su talento, su experiencia y sus técnicas al servicio de ese tesoro. Eso fue lo que quisimos rescatar cuando invitamos al chef Carlos García del restaurante Alto a cocinar durante una semana en Juana La Loca, en la primera edición del Festival Pasión Gourmet en abril de este año.
De madrugada, los equipos de cocina de ambos restaurantes iban al mercado a interactuar con los proveedores para obtener los productos más frescos. Justo en ese momento se empezaban a cocinar en sus mentes los platos que servirían en la cena de esa noche. Durante una semana, el menú estuvo sujeto a dos cosas: el mercado y la creatividad. El resultado fue increíble. Los comensales fueron sorprendidos por la reinterpretación gourmet de platos e ingredientes propios de la cocina margariteña, preparados con el toque indiscutible de un maestro de la cocina como García.
Como en esta casa no podemos quedarnos tranquilos, dos meses después invitamos a nuestra cocina al chef merideño Issam Koteich del Restaurante Melao. Formado en los fogones mundiales, Issam trajo a Margarita los sabores de su tierra: humo de pino merideño, arepa negra, miel de romero, vino de mora y queso de cabra que supo combinar magistralmente con los ingredientes más frescos que ofrece nuestra Isla. Algunos todavía soñamos, dejando escapar algún suspiro, con el postre de auyama y espuma de mandarina que se sirvió por aquellos días de locura en Juana La Loca. El Festival #PasiónGourmet se convirtió en una referencia gastronómica nacional. Estábamos listos para nuestra próxima aventura.
En el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, el chef de un pequeño restaurante de cuarenta tenedores ofrece Carpaccio de Llama, postres con madera comestible, Jamón de Pacú (un pez que sólo se alimenta de frutos de los árboles que caen al río) y otras “rarezas divinas”. Su comida sabe a gloria. Casi podría decirse que hace volar. ¿Qué podría hace este hombre, experto en preparar con maestría casi cualquier cosa que se pueda comer, con los ingredientes sorpresa de la Despensa de Margarita?
No pudimos aguantar la curiosidad. Por eso invitamos a Fernando Rivarola y a su esposa, la sommeliere Gabriela Lafuente, propietarios del Restaurante El Baqueano, a subirse a un avión con destino a Venezuela junto a 70 kilos de comida autóctona argentina, lista para fusionarse con los sabores del Caribe. Gabriela y Fernando forman parte del proyecto #CocinasinFronteras, se aman con la misma pasión con la que cocinan y fueron los protagonistas de la tercera edición de nuestro Festival en agosto de este año.
Casi no podemos creer lo afortunados que hemos sido. Nos ha bastado desear con fuerza y trabajar muy duro para que las cosas pasen, porque estamos convencidos de que no hay otra receta. Si alguien necesitara otra prueba sobre la pasión que desborda este proyecto, les dejamos ésta: en todas las ediciones del Festival ha habido Luna Llena.